Hace un año ETNA informó públicamente que daría un importante giro en su negocio: Iniciaba su transformación como proveedor de soluciones de energía, capaz de atender necesidades específicas de sus clientes y de la sociedad.
Para explicarlo con un ejemplo, además de las mejores baterías automotrices del mercado, ETNA ofrecería soluciones innovadoras como acumuladores de energía renovable para atender los requerimientos de industrias que no tienen fácil acceso a la energía eléctrica convencional.
Actualmente recorro varios países de Europa y es a partir de este viaje que me he sentido motivado a escribir sobre ETNA, pues la experiencia que estoy viviendo me permite apreciar cómo se mueve el mundo, literalmente hablando, en las sociedades más avanzadas del planeta a partir de un solo concepto: Energía.
Todo, absolutamente todo, se mueve con energía y las soluciones para abastecer de energía a los negocios y a las personas son cada vez más diversas y sofisticadas. Las aerolíneas ya brindan carga de energía para celulares y laptops en sus aviones, al igual que los taxis y ni qué decir en las playas como varias de Grecia, en donde las sombrillas donde descansan los bañistas acumulan energía solar para que las personas no se desconecten de sus países, trabajos, negocios, amigos o familiares.
A nivel industrial, los inmensos ferries que unen las islas del mar mediterráneo transportando a personas y vehículos de todo tamaño durante los 365 días del año, requieren de acumuladores de energía muy potentes, al igual que los trenes de Paris, Atenas o Sofía, o las más modernas fábricas automotrices de Munich.
Este viaje me está permitiendo comprender aún mejor el camino y el desafío que se ha trazado ETNA –compañía que nació hace 85 años en un taller automotriz –, en un contexto en el que revoluciones tan importantes como la transformación digital o el boom de las smart cities, no servirían de mucho sin soluciones de energía innovadoras.
Todos los Derechos Reservados ©2022 Orange 360